BRUXO LUEGO EXISTO.
Muchos de nosotros nos encontramos por la mañana con dolor en la mandíbula o tensión al abrir la boca. Cuando vamos al dentista nos dice que somos bruxistas. Toda la vida renegando de la religión, que ni protestante, ni budista, ni católico ni mileniall. Y ahora soy bruxista.
Si no sabes ni lo que es, este es tu artículo. Y si lo sufres en silencio, también.
Vamos a escribir varios artículos sobre este tema. En ellos vamos a ir profundizando en el tema:
Conocer de qué se trata y cómo afecta a diferentes zonas relacionadas.
Cómo relajar la musculatura a través de ejercicios y automasajes.
Trabajar hábitos diarios : sueño, postura y nutrición.
Mindfulness aplicado sobretodo a la zona de cuello y mandíbula: ejercicios de toma de conciencia sobre la tensión.
Consejos de psicología para manejar el estrés diario.
APRIETAS O RECHINAS.
El bruxismo excéntrico (rechinador) afecta aproximadamente al 8 por ciento de la población mundial y es más frecuente en personas con mala oclusión dental (es decir, al morder, los dientes de abajo no encajan perfectamente con los de arriba). Mientras duermen, estas personas frotan periódicamente los dientes entre sí para intentar limar las cúspides de las piezas que chocan prematuramente al cerrar la boca. El chirrido del roce puede llegar a ser escuchado, casi desde el bar.
– Paco, tu mujer ¿chilla cuando hace el amor?
-Muchísimo. La oigo desde el bar
El bruxismo concéntrico (apretador), afecta como mínimo al 20 por ciento de los adultos, puede ser nocturno y/o diurno aumentado con el estrés psico-social. Se ha descubierto que, para estos pacientes, la contracción repetitiva e inconsciente de sus músculos masticadores supone una vía de escape a sus dificultades emocionales.No hay ruidos de roce, pero la contracción de los maseteros puede ser visible, especialmente si están hipertrofiados.
SERÉ YO.
SIGNOS Y SINTOMAS
A nivel mundial se estima que el 80 % de la población general tiene al menos un signo clínico:
Si vemos nuestra boca:
Degaste oclusal, hipersensibilidad dental, rotura de piezas, gingivitis, abfracción.
En la foto de la izquierda vemos cómo los dientes de abajo están limados.
En la foto de la derecha la zona donde se une el diente a la encía tiene un espacio.
A nivel muscular lo mismo que tenemos contracturas en otras zonas, la musculatura que ayuda a cerrar y abrir la boca se «desajusta» ,está sobre-solicitada y eso hace que se produzcan bandas tensas con puntos gatillo que dan dolores en cabeza, cara, cuello, dientes y oídos.
En la Articulación Temporomandibular (ATM), que es la articulación que deja que la mandíbula se mueva, puede haber dolor, chasquidos o crepitaciones, luxaciones, procesos degenerativos y distintos grados de limitación de la apertura bucal. Si abrimos la boca podemos ver que la mandíbula no abre y cierra recta sino que hay alguna desviación, como cuando cantaba Marisol.
POR QUÉ YO
1. Genética
Se calcula que uno de cada cinco bruxistas tiene algún pariente que rechina los dientes. No te dejaron ni un euro pero esto si.
2. Personalidad.
El bruxista presenta un tipo de personalidad tipo A, suele presentar una producción de catecolaminas exagerada en relación al quehacer diario. Realizan todas sus tareas como una urgencia y son personas sensibles a cualquier tipo de fracaso. Más propensas a sufrir ansiedad.
También se conoce la inducción al bruxismo que tienen los fármacos inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina utilizados en el tratamiento de la depresión
2. Alteraciones del sistema nervioso central (SNC)
Más concretamente, se han relacionado alteraciones del sistema dopaminérgico central con el bruxismo. De ahí que factores como tabaco, alcohol, drogas, enfermedades y traumas del SNC se vean involucrados en la etiología del bruxismo
3. Alteraciones del sueño
Mientras que el bruxismo de la vigilia es una actividad voluntaria o semivoluntaria, el bruxismo del sueño (BS) es completamente involuntario. El BS está considerado como una parasomnia , que es una alteración de la conducta durante el sueño en la que el paciente se mueve, habla o realiza actos de contenido e intensidad variable sin conservar recuerdo alguno ocurre fundamentalmente previo a la fase REM y en el paso de sueño ligero a vigilia.
4. Estrés
En un estudio demuestran que en ratas a las que se les pinzaba la cola, apretar los dientes aliviaba el estrés crónico que sufrían.
Siendo para algunos una conducta aprendida para reducir el estrés ante determinados estímulos. Lo bueno, que en este caso nosotros siendo conscientes de estos estímulos podemos cambiar el hábito.
5. Oclusión
Cuando el tipo de mordida que tenemos favorece que las piezas dentales choquen entre sí.
COSTUMBRES A CAMBIAR…
Te muerdes las uñas, o utilizas los dientes para cortártelas. (si hay gente así)
Sueles morder bolígrafos, gomas del pelo, o tu pelo (si, hay gente así).
Eres muy de pipas. Eres muy de bocadillos de dos pisos. Eres muy de abrir las cosas con los dientes.
Mascas chicles, hasta cuando ya no saben a nada (si, también hay gente así)
Si no te ves capaz de dejar estas costumbres, vete leyendo nuestros artículos sobre relajación y manejo del estrés.
OBSERVA SI…
Sientes alguna molestia a la hora de abrir y cerrar la boca.
Quien duerma contigo percibe si rechinas o chocas los dientes de alguna forma.
Si cuando estás concentrado trabajando tienes los dientes apretados.
Si al realizar el masaje del vídeo encuentras zonas de dolor
Si sufres habitualmente dolores de cabeza que no mejoran con otros tratamientos
Si sangras al lavarte los dientes
Si las mejillas y la forma de la cara está más «cuadrada» o diferente que hace unos años.
Si tus dientes tienen algo de parecido con las fotos que mostramos en el artículo.
Como primer paso en este viaje, además de dejarte algunas pistas para saber si estás que muerdes en este vídeo aprenderás como poder darte un masaje para relajar la musculatura.
Si presentas algún síntoma como los que enumeramos, ve al dentista para que valore el estado de tu boca, y puedes ir al fisioterapeuta para tratar tanto la musculatura como para reeducar esa articulación.
Marta carneiro Pazo.
Psicóloga. Fisioterapeuta. Usuaria de buena dentadura.
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